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lunes, 18 de enero de 2016

Arabia, Bahrein, los Chiítas e Irán




Por Koldo Salazar

El islam es una religión que muy pronto sufrió una fractura política, a la muerte del profeta del Islam, Muhammad (SAWS), se disgregó en dos grandes grupos, aquellos que seguían a Alí (primo y yerno de Muhammad) y los que seguían a los Umayya (miembros de la tribu Banu Quraysh, tribu a la que pertenecía Muhammad (SAWS). Los primeros defendían que la sucesión de la comunidad Islámica debía de ser por la linea sanguínea del profeta y los segundos que el liderazgo debía ser encomendado a un hombre de la tribu Quraysh.


Estas dos tendencias se fueron alejando hasta constituir dos grandes corrientes. La Chiíta, los defensores de Alí y los Sunitas los defensores de la otra línea de poder en el Islam. La Sunita representa el 75% de la tendencia Islámica y la Chiíta el 35% siendo el Chiísmo mayoría unicamente en Irán y en Azerbaijan, el resto del mundo islámico está controlado por la tendencia Suní.


Actualidad en Arabia


La desconfianza entre Suníes y Chiíes cristaliza en el trato que se les da en Arabia Saudí que tiene zonas donde la mayoría de la población profesa el Islam de tendencia Chií, estos se encuentran en la zona oriental y sur del país, la zona sur no es especialmente importante pero la zona oriental sí ya que en ella se encuentran la segunda reserva de petroleo del mundo.




Región petrolera de Ghawar


La solución que propuso Arabia Saudí fue explotar las bolsas de petroleo y gas situadas en esa zona, el complejo petrolero más grande de Arabia es el de Ghawar frente a los Emiratos (mayoría chií) y ese petroleo enviarlo hacia las zonas suníes al oeste del país, que es el centro financiero e industrial del país mientras que la zona oriental es un área industrial que no disfruta de los niveles de inversión económica que existe en la zona occidental.


Human Rights Watch informó de detenciones arbitrarias de Chiítas Saudíes dentro del país, (Los Saudítas Chiíes constituyen entre el 10 y 15% de la población total del país). La discriminación se hace patente frente a las actuaciones del estado con sus ciudadanos de esta corriente islámica.


Las tensiones no dejan de aumentar ya que las detenciones son constantes tanto de ciudadanos como de religiosos Chiíes así como los enfrentamientos entre la policía religiosa Saudí y peregrinos Chiíes en Mecca y Medina así como el cierre de centros comunitarios y de oración. Según informaba Human Rights Watch en su texto " Denied Dignity: Systematic Discrimination and Hostility toward Saudi Shia Citizens ("Negados dignidad: La discriminación sistemática y la hostilidad hacia los ciudadanos sauditas chiitas").


Lo único que piden los Chiíes Árabes es no ser discriminados en su país y piden que se les respete sus creencias e identidad así como la igualdad con los demás árabes


Asimismo frente a la primavera árabe y el alzamiento Bahreiní el rey Saudí Abdullah decidió dar pasos hacia un mayor aperturismo religioso aunque la hostilidad de la administración del estado no ha cesado.


Alzamiento Bahreiní


Cuando comenzó la primavera árabe en el mundo islámico que ha llevado a un caos total en el magreb y oriente medio. Uno de los lugares donde la población se alzó fue en la isla de Bahrein, uno de los riquísimos estados miembros de los Emiratos Arabes Unidos.


Curiosamente dos tercios de la población Bahreiní son Chiítas frente a otro tercio que son sunítas siendo estos últimos la élite que gobierna en la ciudad, de hecho la familia real de Bahrein, los Al Jalifa, son Suníes.


En este contexto de convulsión en el mundo Islámico los Bahreiníes decidieron manifestarse por sus derechos ya que la comunidad chíita, ampliamente mayoritaria en el país, sufre un trato inferior en empleo, vivienda, infraestructuras y también sufren discriminación al no poder tener cargos políticos ni militares de relevancia. Los derechos de la minoría suní son en cambio totales. es más Bahrein prefiere importar musulmanes suníes de otros lugares del mundo.


Las protestas, que fueron las primeras en un país rico del petroleo, fueron rápidamente sofocadas mediante el apoyo de Estados Unidos, (que posee bases militares en la zona) Arabia y los propios Emiratos Arabes Unidos para evitar contagios a otras regiones de la zona que les desestabilizaran y así impedir la creciente influencia de Irán.

Irán

Más allá de la causa religiosa nos encontramos frente a una causa política, en una región donde las lealtades son tribales y religiosas y donde un estado puede conformarse o destruirse mediante este tipo de juegos de corte. Estados Unidos y Occidente no pueden permitirse una revuelta en una de las zonas más ricas del mundo en recursos energéticos y financieros así como uno de los puntos estratégicos más importantes del mundo.

Una desetabilizacación en la zona comandada por musulmanes Chiítas puede romper el equilibrio propio de la cuenca del golfo pérsico (este chií-oeste suní) un alzamiento en la zona obligaría a una intervención activa de irán en la región y un cambio en la balanza de lealtades ya que un Bahrein y una Arabia democráticas e integradoras pueden abrir las puertas a la influencia de irán provocando a medio-largo plazo la hegemonía en Oriente Medio de Irán y Occidente no lo toleraría.

http://www.elespiadigital.com/index.php/tribuna-libre/11947-arabia-bahrein-los-chiitas-e-iran

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